Las cargas no lineales tales como: rectificadores, inversores, variadores de velocidad, hornos, etc; absorben de la red corrientes periódicas no senoidales. Estas corrientes están formadas por un componente fundamental de frecuencia 50 ó 60 Hz, más una serie de corrientes superpuestas de frecuencias, múltiplos de la fundamental, que denominamos ARMÓNICOS ELÉCTRICOS, que generan costes técnicos y económicos importantes.
El resultado es una deformación de la corriente, y como consecuencia de la tensión, conlleva una serie de efectos secundarios asociados.
Los principales efectos de los armónicos de tensión y corriente en un sistema de potencia se pueden citar:
Los nuevos equipos informáticos y eléctricos en general, proporcionan un mayor rendimiento en los procesos y tareas de hoy en día
A cambio internamente estos equipos son más complejos e incorporan componentes como fuentes de alimentación conmutadas, rectificadores u otros elementos, que consumen habitualmente una forma de onda en corriente que no es senoidal, sino que está distorsionada y deformada.
Podemos decir entonces que estos equipos han mejorado nuestra calidad de vida, pero a cambio contaminan más nuestros sistemas eléctricos, haciendo que el comportamiento de estos deje de ser habitual.
Toda forma de onda periódica no-sinusoidal puede ser representada como la suma de ondas sinusoidales cuyas frecuencias son enteros múltiples de la frecuencia fundamental, que denominamos armónicos.
Descomposición de forma de onda distorsionada
Estos armónicos afectan principalmente a la calidad de onda en tensión, y pueden perturbar de forma negativa a numerosas máquinas y equipos, además de a la propia instalación.
Los armónicos son producidos por cargas no-lineales que absorben corriente no-sinusoidal. Las cargas más comunes que generan armónicos, tanto en entornos industriales como domésticos, son las siguientes:
A su vez, las corrientes armónicas generadas cuándo pasan por cargas lineales generan distorsión de la onda de tensión, que dependerá tanto de la naturaleza de las corrientes armónicas como de la propia red y cargas.
A veces la distorsión armónica no tiene un origen interno de nuestra instalación, sino que notamos sus consecuencias debido a una fuente externa, por ejemplo una instalación vecina que los genera. En el siguiente capítulo veremos cómo medir y conocer el origen de estas perturbaciones, para posteriormente tratarlas adecuadamente.
Los armónicos son por tanto perturbaciones, y conllevan costes que no siempre son fáciles de apreciar o valorar. Estos costes se pueden clasificar dentro de dos tipos:
Los costes técnicos son aquellos que suponen una pérdida de rendimiento de la instalación, como por ejemplo:
Habitualmente los costes técnicos implican costes económicos, de ahí la importancia de controlar dichos costes técnicos.
Los costes económicos son aquellos que se pueden cuantificar monetariamente, aunque a veces no sean sencillos de calcular. A su vez pueden ser visibles y ocultos:
Costes ocultos:
Estos costes dependerán del tipo de instalación y de las cargas conectadas.
¿Cómo podemos conocer si sufrimos de estas perturbaciones armónicas? ¿Cómo podemos evitarlas o limitar su impacto negativo? Lo vemos en las siguientes secciones.
No todos los problemas de calidad eléctrica en una instalación son imputables a los armónicos eléctricos, pero sí suelen ser de las más habituales e importantes. Como vemos en el siguiente gráfico existen múltiples fuentes de no idealidades en una instalación y red:
Clasificación de las principales no idealidades de una instalación y de la red
Los efectos principales de los armónicos en tensión y corriente en un sistema de potencia suelen ser:
* La resonancia es un efecto físico en el que varios elementos con unos valores particulares interactúan entre ellos, oscilando y amplificando una frecuencia concreta. Dicha amplificación conlleva un mayor consumo de energía forzando al sistema o algunas de sus partes a trabajar por encima de sus especificaciones. Si la resonancia no se controla puede llevar a la destrucción de parte o la totalidad del sistema.
Principales problemas y efectos que generan los armónicos en los componentes o elementos de una red eléctrica
En este apartado veremos cómo y con qué equipos realizar un estudio de armónicos. También podremos tener un procedimiento tipo para cuándo nos enfrentamos a una nueva situación. Tras este apartado podremos ver casos reales en los que tras un análisis de un caso de armónicos se deciden acciones correctivas.
Para un correcto análisis de armónicos es necesario disponer de un analizador de redes (analizador portátil AR6, AR5L o CIRe3), capaz de medir todas las magnitudes eléctricas de nuestra instalación para su posterior interpretación.
No hay una forma estandarizada para realizar un estudio, pero podemos considerar los siguientes pasos para realizarlo:
El hecho de desconocer la existencia de alguno de los síntomas (marcados como “?”) no exime la instalación de sufrirlos, al contrario, debemos de tener más cuidado y supervisar la instalación, por ejemplo: mediante la monitorización de los parámetros eléctricos de diferentes puntos de la instalación con analizadores de redes fijos y un sistema PowerStudio-SCADA.
Identificados ya los síntomas, y tengamos la información de la instalación (ver puntos anteriores), podemos realizar un diagnóstico apropiado y aportar una o varias soluciones de armónicos que sean más acertadas y adaptadas a los síntomas.
Más concretamente, para hacer el estudio o diagnóstico de armónicos, se deben realizar los pasos que se detallan a continuación:
Ahora sí, tras interpretar los datos medidos, trataremos de reconocer los efectos que producen los armónicos y a partir de ellos, proponer soluciones de mejora de la instalación. Todo ello lo veremos en el capítulo de soluciones para eliminar o mitigar los armónicos.
Los resultados medidos pueden evaluarse según las siguientes normas, directivas y reglamentos :
Los filtros activos son equipos cada vez más frecuentes y necesarios en las instalaciones de hoy en día, debido a la creciente polución en las redes eléctricas (ver artículo de filtros activos).
Para saber qué filtro activo elegir es necesario calcular la corriente nominal del mismo. Para ello es necesario calcular la corriente residual armónica del sistema.
Según los datos de que se dispongan, se pueden usar cuatro métodos para calcular la corriente del filtro, siempre partiendo de las medidas de corrientes armónicas de la instalación, dónde se pueden apreciar las cualidades de la carga, y sobre todo, los armónicos que concretamente deberían ser filtrados.
La corriente residual armónica es la diferencia entre la corriente total y la fundamental. El objetivo del filtro activo es eliminar o reducir al máximo esa corriente residual armónica, para que sólo quede la corriente senoidal pura.
Si tenemos por ejemplo las siguientes medidas de corrientes en cada armónico (suponiendo un sistema trifásico equilibrado):
Con todas las corrientes armónicas (excepto la fundamental I1) podemos calcular el valor eficaz (RMS) de armónicos (o corriente residual armónica):
En este ejemplo vemos cómo la corriente residual armónica es de 199 amperios. Si ahora repetimos el cálculo pero incluyendo la corriente fundamental (I1) tenemos:
Por otra parte, con estos valores de corriente armónica y fundamental, el THDI%, referido al valor fundamental (IEC 60050), es como sigue:
Si calculamos directamente del valor total de IFundamental con el THDI%:
Vemos que finalmente obtenemos el mismo resultado o muy similar. Estamos usando el THDI referido al valor fundamental, porque los estándares actuales lo calculan de esta forma.
Según dispongamos de unos u otros valores de la instalación, podemos calcular la corriente residual armónica:
Conociendo las corrientes total eficaz y fundamental:
Conociendo la corriente fundamental y la distorsión armónica en corriente %:
Conociendo la corriente eficaz total y la distorsión armónica en corriente %:
Siguiendo la formula indicada en los manuales de filtros activos de CIRCUTOR para calcular la corriente nominal:
Siendo SFh el factor de sobrecarga del filtro que es un valor teórico. Sería muy adecuado incrementar todo lo que se pudiera la corriente nominal de los filtros por seguridad, pero los filtros se encarecen mucho al aumentar este concepto, por ello conviene ajustar en lo posible este factor de sobrecarga del filtro.
¿Por qué incrementarlo el valor nominal de la corriente de filtro? Si tienes un transformador con una baja potencia de cortocircuito, la impedancia del Sistema es mayor. Por lo que se está incrementando el valor del voltaje del secundario cuándo se inyecta potencia. Por tanto, la diferencia de potencial entre la tensión de red por √2 y el voltaje en el bus DC (750 Vdc) es mayor, por lo que se necesitan también más amperios para inyectar la potencia adecuada y obtener los mismos resultados.
Un criterio práctico basado en la experiencia para tener el factor de sobrecarga SFh es el siguiente:
Pero lo mejor es calcular este factor. Para ello debemos conocer previamente el parámetro llamado relación de cortocircuito RSC, en el punto de conexión de los convertidores PCL (no a la entrada de la instalación). La relación de cortocircuito se define como la relación entre la corriente de cortocircuito de una red (ISC) y la corriente nominal del conjunto de convertidores no lineales (ICNL) que generan los armónicos que se pretenden filtrar.
En una instalación real, se puede valorar la corriente de cortocircuito (ISC ) en el PCL teniendo la tensión en dicho punto para dos corrientes de carga distintas. Por ejemplo plena carga (IA) y 10% de carga (IB). Si VOC es la tensión nominal en vacío, la ISC , se puede calcular mediante la fórmula:
El Factor de seguridad (FSh ) lo podemos obtener a partir de la gráfica siguiente:
Sea la misma instalación, con un transformador de 630 KVA y una potencia de cortocircuito del 6%.
Así, la potencia de cortocircuito es:
La potencia en los convertidores es de 189 KVA
Aplicando la fórmula del manual:
Aplicando la fórmula anterior de FSh tenemos:
Así, finalmente el valor del filtro debe ser:
Finalmente, además de un correcto dimensionado del filtro activo, conviene elegir el filtro activo que se adapte mejor a la instalación, y con el sistema de control más conveniente, que se puede apreciar en el artículo asociado “Filtros Activos: la calidad de red más versátil”.
Los filtros activos son equipos cada vez más frecuentes y necesarios en las instalaciones de hoy en día, debido a la creciente polución en las redes eléctricas (ver artículo de filtros activos).
Para saber qué filtro activo elegir es necesario calcular la corriente nominal del mismo. Para ello es necesario calcular la corriente residual armónica del sistema.
Según los datos de que se dispongan, se pueden usar cuatro métodos para calcular la corriente del filtro, siempre partiendo de las medidas de corrientes armónicas de la instalación, dónde se pueden apreciar las cualidades de la carga, y sobre todo, los armónicos que concretamente deberían ser filtrados.
Las cargas domésticas e industriales contienen cada vez más circuitos electrónicos que se alimentan de corriente que no es senoidal pura. Así por ejemplo, los motores utilizan cada vez más la regulación de frecuencia, que requiere un paso de corriente alterna (CA) a corriente continua (CC) y luego de CC a CA. Dado que el suministro habitual es en CA, esto implica un uso cada vez más intensivo de convertidores electrónicos (rectificadores, onduladores, etc.) para realizar estas transformaciones CC-CA y CA-CC. Lo mismo sucede con cargas tan habituales como ordenadores, alumbrado LED y de descarga, ascensores…
Desde el punto de vista de la red eléctrica, esto se traduce en que ésta debe alimentar un gran número de cargas que rectifican la corriente y por ello, la forma de onda de la corriente que consumen resulta alterada, de forma que ya no es una onda senoidal, sino una superposición de ondas senoidales con frecuencias múltiplos de la frecuencia de red (armónicos). Las figuras 1 y 2 muestran el consumo típico de una red con rectificadores monofásicos y otra con rectificadores trifásicos. Este tipo de corrientes son las más abundantes en instalaciones como oficinas, centros comerciales, hospitales… y están formadas por una componente de 50 ó 60Hz (frecuencia fundamental de la red) y una serie de componentes de frecuencias múltiplos en distintos porcentajes. Estos porcentajes pueden medirse mediante un analizador de armónicos, así como la tasa de distorsión total, THD, que da la relación entre el valor eficaz del rizado y el eficaz de la componente fundamental.
a) Red monofásica
b) Red trifásica
Fig. 1 .- Formas de onda típicas de redes distorsionadas
La consecuencia de los consumos no senoidales es que la tensión sufre también una cierta distorsión, debido a las caídas de tensión en las impedancias de líneas y transformadores. En los registros puede observarse una leve distorsión de la tensión en la red monofásica (THD bajo) y una distorsión más fuerte en el ejemplo trifásico. En ambos casos la corriente tiene formas muy distintas de la senoidal con valores de THD más altos.
Para regular el tema y limitar los niveles de distorsión de tensión en los puntos de enlace de los abonados a la red pública, existen una serie de normas internacionales que establecen límites de emisión de armónicos para los equipos y sistemas que deban conectarse a la red (Tabla 1), las más importantes son las y la relativa a niveles de compatibilidad:
Tabla 1.- Normas internacionales sobre límites de emisión de armónicos
Norma | Descripción |
IEC-61000-2-2 | Compatibilidad electromagnética (CEM). Parte 2-2: Entorno. Niveles de compatibilidad para las perturbaciones conducidas de baja frecuencia y la transmisión de señales en las redes de suministro público en baja tensión. |
IEC-61000-2-4 | Compatibilidad electromagnética (CEM). Parte 2-4: Entorno. Niveles de compatibilidad para las perturbaciones conducidas de baja frecuencia en las instalaciones industriales. |
IEC-61000-3-2 | Compatibilidad electromagnética (CEM). Parte 3-2: Límites. Límites para las emisiones de corriente armónica (equipos con corriente de entrada <= 16 A por fase) |
IEC-61000-3-4 | Compatibilidad electromagnética (CEM). Parte 3-4: Límites. Limitación de las emisiones de corrientes armónicas en las redes de baja tensión para equipos con corriente asignada superior a 16 A. |
IEC-61000-3-12 | Compatibilidad electromagnética (CEM). Parte 3-12: Límites para las corrientes armónicas producidas por los equipos conectados a las redes públicas de baja tensión con corriente de entrada > 16 A y <= 75 A por fase. |
IEEE-519-2014 | IEEE Recommended Practice and Requirements for Harmonic Control in Electric Power Systems |
G5/4-1 |
Podemos comprender mejor los problemas de armónicos basándonos en algunos conceptos básicos, que han sido publicados en numerosos artículos y libros y que resumimos a continuación:
En resumen, la solución del problema de armónicos es una solución a dos bandas: Por un lado el usuario debe limitar la cantidad de corrientes armónicas que generan sus receptores y debe procurar distribuir dentro de su planta con baja impedancia por metro de línea. Por otro lado la compañía distribuidora debe garantizar un mínimo de potencia de cortocircuito y debe velar para que los usuarios no superen ciertos límites de distorsión, para que no perjudiquen a sus vecinos que comparten con ellos la red.
Cuando los niveles de armónicos generados por algunos receptores no son admisibles para el sistema de distribución que los alimenta deben aplicarse filtros de corrección. En este artículo vamos a centrarnos y desarrollar el tema de filtrado.
La presencia de armónicos en la red tiene varias consecuencias. Las más importantes son las siguientes.
Para evitar estos fenómenos, las normas establecen un mínimo de calidad de suministro, que se fija limitando los niveles máximos de distorsión en la onda de tensión suministrada en el punto de acoplo a la red pública (PCC). Estos límites se denominan límites de compatibilidad. La tabla 1 ofrece un resumen de dichos límites, por lo que se refiere a armónicos en redes industriales de BT. Las distintas clases mencionadas en dicha tabla corresponden a:
Tabla 2.- Límites de compatibilidad: Armónicos de tensión (Un%) en redes industriales de BT (IEC-61000-2-4)
La presencia de armónicos en la red tiene varias consecuencias. Las más importantes son las siguientes.
Para evitar estos fenómenos, las normas establecen un mínimo de calidad de suministro, que se fija limitando los niveles máximos de distorsión en la onda de tensión suministrada en el punto de acoplo a la red pública (PCC). Estos límites se denominan límites de compatibilidad. La tabla 1 ofrece un resumen de dichos límites, por lo que se refiere a armónicos en redes industriales de BT. Las distintas clases mencionadas en dicha tabla corresponden a:
Tabla 2.- Límites de compatibilidad: Armónicos de tensión (Un%) en redes industriales de BT (IEC-61000-2-4)
Orden del armónico h |
Clase 1 |
Clase 2 |
Clase 3 |
2 | 2 | 2 | 3 |
3 | 3 | 5 | 6 |
4 | 1 | 1 | 1,5 |
5 | 3 | 6 | 8 |
6 | 0,5 | 0,5 | 1 |
7 | 3 | 5 | 7 |
8 | 0,5 | 0,5 | 1 |
9 | 1,5 | 1,5 | 2,5 |
10 | 0,5 | 0,5 | 1 |
>10 mult. de 2 | 0,2 | 0,2 | 1 |
11 | 3 | 3,5 | 5 |
13 | 3 | 3 | 4,5 |
15 | 0,3 | 0,3 | 2 |
17 | 2 | 2 | 4 |
19 | 1,5 | 1,5 | 4 |
21 | 0,2 | 0,2 | 1,75 |
>21 mult de 3 | 0,2 | 0,2 | 1 |
23 | 1,5 | 1,5 | 3,5 |
25 | 1,5 | 1,5 | 3,5 |
>25 no mult de 2 ni 3 | 0,2+12,5/h | 0,2+12,5/h | 5x√11/h |
THD(V) | 5% | 8% | 10% |
Los armónicos de tensión se deben a la caída de tensión que producen los armónicos de corriente sobre las impedancias de la red de distribución. Este hecho se ilustra en la fig. 2. Así pues, el alcanzar estos límites depende de dos factores:
La tabla 3 da los valores límites de emisión en redes de baja tensión, fijados por la norma EN-IEC-61000-3-4 para acometidas en las que la potencia instalada en elementos perturbadores no supere el valor (33xScc), donde Scc es la potencia de cortocircuito que corresponda a esta acometida (Parte proporcional de la potencia de cortocircuito total que corresponda a la potencia contratada).
Fig.2 Esquema unifilar mostrando el deterioro de la onda de tensión debido a cargas no lineales
Tabla 3.- Límites de emisión para Sequipo< 33x Scc (EN-IEC-61000-3-4)
Armónico h | Corriente admisible In/I1% |
Armónico h | Corriente admisible In/I1% |
3 | 21,6 | 21 | ≤ 0,6 |
5 | 10,7 | 23 | 0,9 |
7 | 7,2 | 25 | 0,8 |
9 | 3,8 | 27 | ≤ 0,6 |
11 | 3,1 | 29 | 0,7 |
13 | 2 | 31 | 0,7 |
15 | 0,7 | ≤ 33 | ≤ 0,6 |
17 | 1,2 | ||
19 | 1,1 | Pares | ≤ 8/n ó 0,6 |
Algunos de los problemas de perturbaciones que hemos indicado anteriormente pueden ser mitigados y corregidos mediante filtros. Los filtros activos son la solución ideal para instalaciones con gran cantidad de cargas monofásicas y trifásicas, que sean generadoras de armónicos y con diferentes regímenes de consumo.
Los filtros activos son equipos basados en convertidores con modulación de ancho de pulso PWM. Pueden distinguirse dos tipos: Filtros serie y filtros paralelo. Habitualmente para cumplir con las normas IEC-61000-3.4 y IEEE-519 se emplean filtros paralelo, cuyo principio de funcionamiento consiste en la inyección a la red, en contrafase, de los armónicos consumidos por la carga, mediante un ondulador. La fig. 9 ilustra este principio de funcionamiento mostrando las corrientes de carga, de filtro y de red. Se ve que de la suma de ICARGA + IFILTRO se obtiene una corriente IRED que es senoidal. La fig. 10 muestra un filtro activo paralelo y su esquema de principio.
Los equipos de filtrado han ido incorporando funciones complementarias para adaptarse a las modificaciones en las instalaciones, ya sean ampliaciones o cambios de las máquinas que puedan precisar más filtrado de determinados armónicos o un equilibrado entre fases. Suele ser también útil disponer de una compensación de energía reactiva en estos equipos.
Fig. 10.- Gracias a las comunicaciones los filtros activos AFQ ayudan a mejorar la gestión energética
Fig. 11.- Los filtros activos AFQ permiten priorizar las funciones de que disponen aportando mayor flexibilidad
Por ello los filtros activos AFQ de CIRCUTOR incorporan:
La presencia de armónicos en las redes de distribución es cada vez mayor, causando una serie de problemas de deterioro de la calidad de la onda de tensión, haciendo necesario un sobredimensionamiento de las instalaciones y ocasionando pérdidas adicionales significativas. Al margen de que existen normas que limitan el consumo de dichos armónicos, resulta conveniente el filtrado de dichos armónicos, pues permite optimizar las secciones de cable, las potencias de los transformadores de distribución y reducir las pérdidas en las instalaciones y evitar pérdidas de producción.
La solución del problema pasa por un diseño global y racional de filtros de armónicos, como los filtros activos, lo cual permite solucionar el problema con unos costes razonables y fácilmente amortizables por el ahorro en pérdidas, mejora de la vida de algunos componentes de las instalaciones y optimización de la infraestructura de distribución (cables canalizaciones, transformadores, etc.)