La utilización de equipos con conversión de corriente alterna C.A. a corriente continua C.C. se ha extendido en aplicaciones industriales. La industria se ha convertido en un usuario habitual de este tipo de soluciones como pueden ser variadores de velocidad y frecuencia, sistemas de automatización y control, maquinaria de climatización, cámaras frigoríficas, montacargas, sistemas de bombeo, iluminación LED y actualmente sistemas para la recarga de vehículo eléctrico. Esta tecnología es una fuente generadora de armónicos que provocan una serie de problemas en las instalaciones industriales.
Estos armónicos son corrientes circulantes múltiples de la corriente fundamental, onda a 50 o 60 Hz, que pueden provocar una serie de inconvenientes en la propia instalación eléctrica.
Los efectos más comunes que producen en las instalaciones industriales son:
- Sobrecalentamiento de conductores, transformadores o motores, afectando a su rendimiento.
- Disparo de protecciones, provocando paradas no deseadas.
- Deterioro de aislamiento en equipos y cableado, originando un envejecimiento prematuro.
- Daños en tarjetas electrónicas o interferencias en las comunicaciones, afectando al índice de producción.