La energía solar fotovoltaica es una de las fuentes renovables más económica y consolidada en el mercado a día de hoy. La constante subida del precio de la energía eléctrica junto a la bajada en los precios de los elementos que integran una instalación fotovoltaica está generando un aumento directo de la implementación de este tipo de soluciones tanto en entornos industriales como urbanos, a nivel de entidades públicas, empresas privadas o usuarios particulares.
La arquitectura del sistema de autoconsumo se basa en la instalación de un controlador CDP capaz de monitorizar la energía generada y la energía demandada por la instalación de forma que el sistema es capaz de detectar la cantidad de energía requerida y controlar el inversor fotovoltaico para trabajar según nuestra demanda instantánea.
Si la energía generada es inferior a la demandada por las cargas de la instalación, el sistema combinará el consumo fotovoltaico con el de red. Sin embargo, si el consumo de la instalación es inferior a la energía generada, el controlador CDP mandará una consigna al inversor fotovoltaico para frenar la generación, utilizando únicamente la energía suficiente para cubrir el consumo necesario, evitando inyectar el excedente a la red de distribución.