Conseguir la máxima eficiencia energética y mantener el grado de confort de los clientes.
Según datos estadísticos de topologías similares se estimó un ahorro conseguido tras un año de implantación del sistema de un 25-30% respecto al año anterior. Además de la disminución drástica del gasto energético, también se minimizaron los problemas de sobrecarga en las líneas y puntas de consumo.
También, se consiguió la fidelización de clientes ya que el gestor del puerto imputó los gastos exactos a cada amarre sin errores o estimaciones en las facturas generadas.
El Puerto de Barcelona sufrió un incremento en la factura eléctrica de un 60% debido a las continuas subidas del precio de la energía. Por otro lado, los usuarios de los amarres querían gozar de las mismas comodidades de las que disponían en sus viviendas habituales, por la utilización de todo tipo de electrodomésticos, aparatos de aire acondicionado y calefacción, sin tener conocimiento del sobrecoste que esto les suponía.
Por estos hechos nacieron problemas de sobrecarga de las líneas existentes, y dificultades para gestionar una red con numerosos puntos de consumo. Por tanto, era necesario buscar soluciones que permitieran reducir el coste energético de electricidad y agua, disminuyendo el consumo en general sin afectar el índice de satisfacción de los clientes.
Los objetivos principales eran conseguir la máxima eficiencia energética y mantener el grado de confort de los clientes. Este objetivo se subdividía en los siguientes:
La solución fue instalar torretas con contadores eléctricos PLC y contadores de agua con salidas de impulsos. Estas torretas permiten aislar los equipos del medio y abastecer al usuario con electricidad y agua logrando así un solo sistema de lectura de ambas energías.
A través del sistema informático de gestión se permitía tener un control total del acceso de los clientes pudiendo dar de alta/baja los suministros de los amarres al instante. Además, permite la obtención de los datos de consumo de los contadores pudiendo mostrar el valor exacto de energía de cada cliente durante su estancia, realizando facturas con el importe exacto según el consumo del cliente y la detección de averías en la red.
Por lo que respecta a los clientes la respuesta también fue positiva. Entendieron que el ahorro energético era necesario y valoraron que el gestor del puerto fuera respetuoso con el medio ambiente. A raíz de este hecho, los usuarios fueron conscientes en el uso de equipos eficientes evitando consumos innecesarios, confirmando el cambio de actitud que se detectó posteriormente en las facturas de electricidad.
ESCRITO POR CIRCUTOR