Driving a Red Devil!
En este nuevo reto de autonomía para #CircutorElectroChallenge llevamos al límite de su autonomía un impresionante Škoda Enyaq Coupé RS, empleando, como siempre, nuestras mejores habilidades de conducción eficiente y tranquila.
El modelo coupé RS completa la familia Enyaq y reafirma un nivel de calidad de la marca Checa que le ha permitido situarse como referente dentro de Volkswagen Group de forma sorprendente. El carácter RS Sport line queda fuera de dudas cuando vemos las características técnicas de este diablo rojo con el que disfrutaremos a tope.
Con 4,63 m de longitud, lo más destacable es su diseño coupé con un coeficiente de penetración en el viento de sólo 0,234, uno de los mejores del mercado y que asegura una elevada eficiencia en autopista.
Una berlina elevada o un SUV de carácter deportivo, este es el dilema.
La verdad es que la tracción integral, gracias a los dos motores, y el par casi instantáneo lo proyectan con seguridad y firmeza hacia la definición de SUV deportivo.
Las pruebas preliminares nos han permitido tener una buena toma de contacto con el vehículo y observar que su terreno natural son las carreteras reviradas y no la ciudad, donde sus dimensiones, peso y distancia entre ejes lo hacen más complicado y halagüeño de llevar.
Nuestros resultados han quedado claramente por debajo de los consumos homologados en el ciclo WLTP TEL, es decir, qué nuestro reto consistirá en comprobar cómo de cerca nos podemos quedar de los 500 km.
Tendremos un handicap, las temperaturas esperadas se acercan a los 40 ºC y el techo de cristal nos obligará a mantener el climatizador a tope, prácticamente a lo largo de todo el recorrido.
Como representante del segmento de vehículos de gran autonomía, probaremos este diablo rojo por las carreteras de los Pirineos.
Salimos de buena mañana, con un cielo parcialmente cubierto y 25,5 ºC, después de otra noche tropical donde ha sido complicado conciliar el sueño. Encaramos la AP-7 dirección norte, en esta época del año las carreteras del Pirineo son un buen refugio térmico.
La primera parada de control la hacemos, como es habitual, en el Área de Servicio del Empordà. 126 km con un consumo de 13,7 kWh/100 km. La batería está al 79% y promete una autonomía de 395 km que de cumplirse, situaría el reto en los 500 km totales. Veremos cómo le afectan los puertos de montaña.
El primer obstáculo lo encontramos en seguida, el Coll de Le Perthus donde el consumo se enfila a pesar de la moderación de velocidad.
La bajada sin embargo, nos confirma que la capacidad de regeneración en bajada es notable y por lo tanto, somos optimistas. Esta es una de las ventajas de contar con dos motores.
En el peaje de Le Boulou vemos los efectos de la operación, cambio de quincena de vacaciones y ya se ha formado la típica retención kilométrica del verano.
Afortunadamente, salimos justo antes del Cacao en las montañas del Capcir. La carretera D-115 es una delicia que va en paralelo al río.
Le Tech forjando la vida de pueblos como Amélie les Bains que se ha desarrollado a las dos orillas del río encajonado entre las vertientes del Pirineo.
Aquí, después de 185 km, el consumo ha subido a 14,5 kWh/100 km, la batería permanece al 66% y la autonomía calculada de 338 km recoge el efecto de las primeras subidas.
La ascensión de verdad no empieza hasta pasar Prats de Mollò. Son 13 km de continua subida, especialmente los primeros 7, hasta coronar el Col de la Seille con 1185 m de altitud donde los robledales dan paso a los primeros prados que nos acompañan hasta el mirador del Coll d’Ares, frontera natural y administrativa entre las caras Norte y Sur con sus 1513 m.
Aquí, en la cima de nuestro reto, el Enyaq ha cubierto 222 km con un consumo de 17,7 kWh/100 km y para ello ha dedicado la mitad de su batería.
Ahora, por el efecto del consumo elevado del último tramo, el ordenador de a bordo nos da un crédito de solo 195 km con lo que veríamos nuestro reto reducido a poco más de 400 km.
Sabemos, sin embargo, que desde este balcón de montaña el terreno por delante es favorable para la recuperación energética y la multiplicación de la autonomía.
El descenso nos lleva a Ripoll, atravesando pueblos que nos evocan nuestra juventud montañera como Camprodon o Sant Joan de les Abadesses. Una carretera con firme en magnífico estado, donde las levas, a los lados del volante, nos permiten aprovechar al máximo la retención motor.
Frenamos eléctricamente antes de las curvas más pronunciadas y liberamos a su salida para dejar que el Enyaq vuele. Es una sensación única.
Llegamos a Ripoll, ciudad conocida como la cuna de Cataluña. Donde la vida gira en torno a su Monasterio, fundado por el conde Guifré el Pilós (muerto en 897). Para llegar hasta aquí hemos conducido un total de 263 km con un consumo medio de 15,1 kWh/100 km después de haber superado del Coll d'Ares.
Todavía tenemos un 49% de batería, es decir, unos 37 kWh Con los que cubrir los 248 km de autonomía que anuncia el navegador del coche, sin embargo, todavía tenemos un as en la manga. Estamos a poco más 600 m de altitud y nuestra llegada se encuentra a unos 250 m.
Hoy es un día de fiesta, no sólo porque es domingo sino porque compartimos este reto en pareja y por lo tanto hay que celebrarlo y disfrutarlo a lo grande.
Por lo tanto, tomamos una de las carreteras más evocadoras de la zona en la búsqueda de un buen restaurante.
La C-26 Discurre en paralelo a la Serra de Catllaràs hasta Berga, circulando entre bosques de pinos, robles y hayas por los pueblecitos de Les Llosses, Solivella y Vilada.
En Vilada y disfrutando de las vistas sobre la cola del embalse de La Baells, hacemos parada y fonda en el antiguo Restaurante Comellas, en el centro de la población, donde unos canalones y unos pies de cerdo a la brasa son una buena muestra representativa de la cocina de montaña. Muy recomendable.
Aquí, nuestra aventura alcanza el kilómetro 296, con un consumo de 15 kWh/100 km y todavía retenemos un 42% que nos va a permitir hacer un gran registro.
Desde Berga, continuamos por la C-26 hacia el Oeste, hasta la entrada de la Vall d’Ora en el pequeño núcleo de Navés. Es un continuo sube y baja, con curvas pronunciadas y siempre rodeados de bosques y campos segados donde lanzan las grandes balas de paja.
Frente al Molino del Aiguadora, después de 334 km, nuestro consumo ha mejorado hasta los 14,5 kWh/100 km, manteniendo un 35% de batería.
Una vez en Solsona, lejos de las vías congestionadas, nos dejamos llevar, aprovechando el desnivel favorable hasta Cardona y Manresa para continuar bajando por la C-55, como tantas veces, hasta tocar del mar de la entrañable Barceloneta, antes de regresar a casa.
Conclusión:
El Škoda Enyaq Coupé RS ha demostrado ser un coche equilibrado. Detrás de una imagen exterior deportiva y dinámica, se esconde un vehículo amplio y cómodo en su interior, con el que disfrutar de todo tipo de carreteras.
Augurábamos un gran resultado y lo hemos conseguido. Hemos superado los 500 km de autonomía que sumados a la gran capacidad de recarga nos permite planificar viajes con trayectos de 300 a 400 km entre paradas de no más de 30 minutos y poder completar grandes viajes con total tranquilidad.
Agradecimientos:
Aclaraciones:
La vuelta Solidaria, es un recorrido de 20 km con salida y llegada a la sede de Circutor, en Viladecavalls, que transcurre por carreteras secundarias, muy reviradas y con desniveles de hasta 250 m.
La vuelta EcoBest, es un recorrido mixto de 60 km que incluye, aproximadamente, un 50 % de autopista, un 25 % de ciudad y el resto en vías interurbanas, muy similar a la distribución del ciclo WLTP.
Todos nuestros retos, se basan en conseguir la máxima autonomía, en condiciones de circulación real, empleando técnicas de conducción eficiente i velocidades moderadas, siempre por encima de la mínima marcada en cada vía.
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