Creemos que se trata de un cambio radical en la movilidad, pero realmente los primeros coches eléctricos ya aparecieron a principios del siglo XIX (1832/1839), en aquel momento ya se hablaba de que eran coches sin ruido, sin olor (como debían ser los coches de combustión de aquella época) y ya se hablaba de la importancia de la autonomía, y a principios de siglo XX llegaron a evolucionar con la posibilidad de recorrer distancias superiores a las 100 millas.
Pero en aquel momento apareció el Coronel Drake, con sus pozos de petróleo en los Estados Unidos, y también Henry Ford con su Ford T, el primer coche de combustión fabricado en una cadena de montaje en serie, y la primera gran batalla entre el coche eléctrico y el de combustión la ganó este último.
Pero ahora, en el siglo XXI la situación es muy distinta. La dificultad que supone disponer de combustibles fósiles, la legislación a nivel mundial que promueve la movilidad eléctrica (Europa ha implementado regulaciones "agresivas" en la reducción del efecto invernadero para cumplir con el Acuerdo Climático de París) y sobre todo los graves problemas de contaminación en todo el mundo, hacen que el vehículo eléctrico sea un elemento clave dentro de la transformación de la sociedad hacia una conciencia más responsable con las problemáticas del medio ambiente.
Si hacemos referencia a los futuros usuarios potenciales de los vehículos eléctricos existen dos grandes preocupaciones, la primera, el coste de un VE y la segunda, la disponibilidad de puntos de recarga en la vía pública, lo que se conoce como recarga de emergencia.
Recientemente, Erik Jonnaert, el secretario general de la ACEA, (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles) publicó un artículo en el que explicaba que el sector del automóvil vive uno de los mayores periodos de transformación de su historia, lo que supondrá que "en tres años, el coche eléctrico costará como el convencional".
En cuanto a la disponibilidad de puntos de recarga en la vía pública, se ha publicado un artículo, en el que se hace referencia a que actualmente existen en la Unión Europea 100.000 puntos de recarga y se prevé que en el 2025 esta cifra se multiplicará por 20 hasta llegar a los 2 millones de estaciones.
Para contribuir a alcanzar este objetivo a lo largo de estos últimos diez años Circutor, empresa española y pionera a nivel europeo, ha estado trabajando para ofrecer soluciones de recarga para cada una de las necesidades que puedan tener los usuarios de vehículo eléctrico, tanto en vía pública con equipos de corriente continua (carga rápida), como en uso privativo (carga vinculada) con equipos corriente alterna (carga lenta).
Se trata de una recarga lenta, de corriente alterna (desde 3,7kW hasta 22kW modelos eHome y eNext de Circutor), que estaría asociada a la plaza de aparcamiento de nuestro coche. El principal objetivo de este tipo de carga es aprovechar el periodo nocturno en el que la mayoría de los usuarios tienen el coche aparcado, para poder realizar una recarga en un periodo de entre 6 y 8 horas, en las que la potencia necesaria podría ser la liberada en nuestra vivienda en el periodo nocturno, y que podría estar asociada a una tarifa eléctrica de muy bajo coste.
En vía pública existen dos tipos de soluciones, la semi-rápida que es la que podemos encontrar en centros comerciales y hoteles. Esta sería una recarga de corriente alterna con una potencia máxima de 22 Kw (Modelo URBAN de Circutor).
La segunda solución sería la rápida, la cual está pensada para las estaciones de servicios que ofrecen recarga eléctrica, las conocidas electrolineras. En este caso la recarga se realiza con corriente continua (50/150kW Modelo Raption de Circutor) y el tiempo necesario debe ser lo más corto posible, como máximo de 30 minutos.
La combinación e implementación de los diferentes tipos de recarga empiezan a garantizar al usuario poder hacer desplazamientos en Vehículos Eléctricos con las mismas garantías de autonomía que ofrecen hoy los Vehículos a combustión, pero disfrutando de una nueva experiencia de conducción y lo más importante respetando el medio ambiente y haciendo sostenible el futuro de nuestras próximas generaciones.
El inminente despliegue de puntos de recarga, vinculado a la apuesta de los grandes fabricantes de automóviles y sumado a la cada vez mayor concienciación de la ciudadanía no dejan duda alguna y nos permite asentir de manera contundente que el Vehículo Eléctrico no es ninguna moda o tendencia pasajera, sino que es una realidad y apuesta global, que está cambiando y va a cambiar de manera radical nuestro actual modelo de movilidad.
ESCRITO POR CIRCUTOR